Por Hugo Jara Goldenberg
Esta reseña
fue publicada en el Diario El Sur, el 30 de octubre de 2016
Cuando a principios del siglo XX
se produce el derrumbe de La Física Clásica, una de las puntas de lanza de la
nueva Física la constituyó la Mecánica Cuántica, un cuerpo de conocimientos que
explica cómo funciona el mundo en el nivel de las partículas atómicas. Pero a
diferencia de la Teoría de la Relatividad, la otra vertiente de la Física
Moderna, la cual fue elaborada por una sola persona (Albert Einstein), la
Mecánica Cuántica fue el resultado del trabajo mancomunado de muchas mentes, de
entre las cuales sobresale el científico austríaco Erwin Schrödinger
(1887-1961), quien por sus aporte fundamental a esta disciplina recibió el
Premio Nobel de Física en el año 1933.
Pero Schrödinger fue un
científico atípico ya que, a diferencia de sus colegas, cultivó disciplinas que
sobrepasaban los límites de la ciencia dura. Más allá del laboratorio y las
matemáticas también leía con devoción literatura clásica y poesía, era asiduo
al teatro, exploró el misticismo hindú, durante años estudió en profundidad a los
filósofos de todas las épocas, cuando el tiempo se lo permitía dibujaba y
esculpía, y de su pluma surgieron diversos libros de divulgación científica y
otros en los que expuso su visión humanista de la ciencia.
De entre sus textos se destaca “Mente
y materia”, publicado por primera vez en 1956, en el cual explora el siempre
controversial tema de la naturaleza del binomio cerebro-mente. Dada su rigurosa
formación científica y profunda vocación humanista, en el libro presenta las
bases físicas y biológicas de la vida, pero también especula acerca de la
esencia del pensamiento y el comportamiento humano. Muestra los procesos
biológicos que provocan la mente y al mismo tiempo plantea la inquietante pregunta
de si la conciencia, que es la capacidad humana de ser consciente de su propio
yo, podrá ser capaz de trascender al cerebro físico en la cual se manifiesta.
El libro es controversial, ya que
mezcla conceptos e ideas propias de ciencia ortodoxa, con especulaciones de una
vertiente más espiritual, provenientes de la religión y las doctrinas
hinduistas.
A pesar del tiempo transcurrido
desde su publicación, podemos constatar que el libro se mantiene plenamente
vigente ya que nos permite no solo conocer mejor el funcionamiento de la mente
humana, sino que también reflexionar acerca de la necesaria convergencia que
debería existir entre la razón y el pensamiento espiritual. (HJG)
1 comentario:
Me encanta este ámbito del conocimiento, donde puede reflejar la transdisciplinariedad, y de como la ciencia, nos acerca al conocer, y la consciencia a la esencia de la realidad.
Gracias por tus estupendas síntesis!
jcc
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